sábado, 30 de octubre de 2010

Gandalf

Gandalf el Gris







Gandalf el Blanco





Gandalf el Negro

lunes, 25 de octubre de 2010

Putadón

Se te tiene que quedar cara de gilipollas, como al pretendiente de Marieta,  cuando ves que aciertas el mayor premio de la Lotería Primitiva y luego te enteras de que tu premio asciende sólo a 60.000 euros.

Cuando juegues a la primitiva pon números a boleo, no tengas felices ideas como jugar 'ocurrencias' que se le puedan pasar por la imaginación a otros (múltiplos de siete, o de cinco en cinco, los primeros números pares... qué sé yo).

Y, por supuesto, nunca juegues combinaciones fijas. Al menos si te vas a aprender los números. Como una semana no eches tu apuesta vete comprándote unas Filomatic para sacarle punta a tus venas. Ya sabes cómo las gasta Murphy con sus leyes...




(Toma falsa: buscando la canción de Marieta me he encontrado con este vídeo. Estaba a punto de ponerlo como enlace hasta que he llegado a la parte de la corona. Creo que alguien necesita traductor...)

miércoles, 20 de octubre de 2010

Buried versus El Castañazo

[En este punto debería poner una foto relacionada con mi post, pero al parecer hoy lo de las fotos está deshabilitado por cuestiones de mantenimiento]



El objetivo del presente texto es realizar un análisis comparativo entre una película de reciente estreno en España (Buried) y otra, un clásico de finales de los setenta: El Castañazo.

Quien haya visto las dos cintas estará pensando ahora en aquello de los cojones y el trigo. Y efectivamente, son películas que no tienen nada que ver en cuanto a su guión, efectos especiales, fotografía… ¿qué sé yo? ¡Si no sé de cine! Lo único que puedo afirmar sin temor a equivocarme es que Buried es mala de solemnidad, vamos, como diría un castizo, una castaña. Gran castaña.

Y esto es todo lo que tiene que ver Buried con El Castañazo.

Hasta aquí el análisis comparativo. A partir de ahora viene la saña contra Enterrado (que es el título en español). Quien pretenda ir a verla que no siga leyendo porque pienso destriparla.

Aunque antes de ponerla a caer de un guindo lo primero que habría que hacer es denunciar al ICO por subvencionarla. ¿Quién coño elige a qué se dedica ese dinero? ¿Con qué criterios? Y lo que es peor… ya he visto más castañazos financiados por este Instituto. Cuánto dinero público despilfarrado. Podrían poner una casilla en la declaración de la renta para que cada uno elija si su asignación debe o no ir a parar a proyectos de este tipo. Porque me da que entre estas y otras subvenciones hay muchos viviendo del cuento. Claro que el Ministerio de Cultura no puede estar a todo, justo ahora que va a hacerse cargo de las corridas de toros.

Pataletas aparte, vamos a la carga. Buried cuenta la historia de un secuestro en Irak. Hasta ahí tiene un pase, lamentablemente es un tema de moda eso de los secuestros para ganarse la vida, incluso aquí hemos tenido hasta secuestros express… Y quizás si hubieran utilizado otro enfoque la cosa podría haber tenido un pase. Aunque claro, al lumbreras que ideó esta historia quizás le pareció que hay ya muchas historias por ahí hablando de vendas en los ojos, zulos, intentos desesperados de fuga, tiros en la rodilla, pisos francos, síndromes de Estocolmo y rescates pagados clandestinamente como para sacar otra película de lo mismo. Pues nada, no se les ocurre otra cosa que secuestrar a un transportista estadounidense y enterrarle vivo. Tócate los huevos, qué malos son los iraquíes. Para más INRI tienen la feliz idea de facilitarle un teléfono móvil para que se encargue él mismo de gestionar su rescate en dos horas (Mal asunto. Si realmente quieres la pasta… ¿cómo no le reclamas el dinero a su empresa o a su familia tú directamente?). También le dan linternas, un mechero y hasta una navaja. Vamos, que Mc Gyver con eso no sólo se habría liberado él mismo sino que habría montado un GPS para encontrar a sus captores y meterles la linterna por el culo. Pero no, el secuestrado no tiene esas habilidades, así que se dedica a encender el zippo (por cierto, ¿habéis tenido uno? ¿Cuánto tiempo habéis aguantado sujetándolo sin quemaros? Porque este tío debe ser ignífugo…, una máquina, qué crack). Y lo tiene taaaanto, taaaanto tiempo encendido como para quemar el poco oxígeno que pueda caber en un ataúd (porque claro, los fabricantes de ataúdes no cuentan con que un iraquí, malo malote, pueda ser capaz de enterrar a alguien vivo y claro, fabrican unas cajas en las que no cabe ni aire). Y más con un zippo, que tiene una llama “grande como un libertador”, y ya sabes, cuanto más grande es la llama más oxígeno consumes. Y todo eso a sabiendas de que el mechero le restaba aire, que lo dice en una de sus llamadas.

El gachó este es tan incompetente que ni siquiera utiliza la navaja para intentar romper la tapa del ataúd (incluso cuando es capaz de oír al muecín de una mezquita cercana llamar a la oración y saber, por tanto, que está muy cerca del nivel del suelo). Aún a riesgo de morir asfixiado con la tierra. Sí, ya sé que una navaja poco podría haber hecho, pero teniéndola… ¿no lo habríais intentado?

El pobre tiene ideas como gastar el poco tiempo y batería que tiene haciendo llamadas para despedirse, incluso de su madre, que tiene demencia y no se acuerda de él. Lo sentimos, siga probando, hay miles de llamadas con premio.

Y tiene mala suerte: hasta le bombardean (muy inteligente para liberarlo... salvo que lo que quisieran es practicarle la eutanasia).

Llega la historia a un límite tan ridículo que hasta le despiden por teléfono para ahorrarse el seguro de vida o algo así. Qué cabrones los empresarios sin escrúpulos americanos. Y más los de Estados Unidos…

Y los malos son tan malos que le amenazan con ir a por su familia (como si él pudiera hacer algo desde su tumba…). Incluso le hacen cortarse un dedo (para eso sí utiliza la navaja el cretino).

Al final muere. No se ve en la película, pero el que se supone que se encarga del rescate la caga y al finadorum (o como se diga en latín ‘futuro finado’) no le queda mucha batería al móvil, así que… mejor creerlo así. Y que no se le ocurra conseguir escapar para hacer una segunda parte porque, en ese caso, me veré obligado a matarle yo.

Por supuesto, toda esta mierda al precio de 7,5 euros por entrada (juro bajarme doscientas películas para recuperar la inversión. Entre estas y las de ‘El Americano’ creo que no voy a volver al cine en unos cinco años. Y menos al cine Palafox de Madrid, sala 2, donde la distancia entre asientos es tan escasa que hasta un niño pegaría con las dos rodillas en el respaldo de la butaca de delante. Por supuesto, con mis 184 centímetros tuve que ver la película con una pierna en la escalera (las estrecheces no me dieron para sacar las dos…).

viernes, 8 de octubre de 2010

Minuto 93

Después de ver hace unos dias el gol que le metieron al mejor portero del mundo, hoy me he encontrado en Marca con este otro golazo, para más inri, un empate en el minuto 93:







 Un fallo lo tiene cualquiera...
Otras locuras del tercero...
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