martes, 29 de marzo de 2011

San Segundo










Según mi calendario, hoy es San Segundo.

Algunos dirán que es el patrón de los perdedores, otros el de los relojeros... En la Wiki dice que es el patrón de Ávila (claro que la Wiki también dice que el santo de hoy es otro...)

Sin embargo para mí que se trata del patrón de las paradojas: si no, ¿cómo se explica que teniendo ese nombre le relegaran al día vigésimo noveno del mes?

sábado, 26 de marzo de 2011

Primera parada Japón. ¿Última parada Japón?









Han pasado ya muchos años desde los primeros trabajos realizados por Pierre Curie y su mujer, Marie Sklodowska. Aquellos que les valieron el Premio Nóbel.

Desde entonces la radiactividad ha ido cobrando protagonismo en nuestra sociedad, en nuestro mundo: se utiliza en agricultura, medicina, conservación de restos arqueológicos y obras de arte, hidrología, industria, obtención de energía… Pero el primer estreno a lo grande de ésta energía fue en Japón, gracias a los EEUU, en un tiempo en el que exterminar población civil se denominaba crimen contra la humanidad sí y sólo sí el exterminio lo hacían los ‘malos’.

A partir de entonces la configuración del mundo cambió, y furon precisamente las armas nucleares las que marcaron la escalada armamentística de la segunda mitad del siglo pasado entre las dos potencias mundiales de entonces. Una guerra fría que podía pasar a estado de ebullición en cuestión de minutos. Y fue también entonces cuando se desarrollaron buena parte de las aplicaciones para uso civil mencionadas anteriormente.

Con sus defensores y sus críticos, con el pavor a que uno de los dos gallos del corral  tirara ‘la bomba’, con el miedo a que haya fugas en  una central, o que una de éstas termine siendo blanco de una acción terrorista… Con el problema que supone el almacenaje de los residuos nucleares, con la enorme dependencia de fuentes de energía que exige nuestro modo de vida… Con el riesgo de que un país como Japón tenga un huevo de centrales nucleares en una zona de elevada actividad sísmica…

El de Fukushima no es el primer accidente nuclear, pero está trayendo tanta cola que incluso algunos países hablan ahora de cerrar sus centrales. Cosa que por ahora no me creo, pero ya veremos cuáles son las consecuencias de todo ésto.

Así que id comprándoos unas bicicletas estáticas, acopladles unas buenas dinamos y unos acumuladores tamaño familiar porque imagino que si la cosa va a peor tendremos que fabricarnos la energía eléctrica en casa (mirándolo por el lado positivo nos vamos a quedar como unas sílfides…).




Por cierto, si Marie Curie descubrió el radio… ¿no tendrían los de la SGAE que pagar un canon por hacerse ricos a costa de las emisoras?

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cobro por préstamo en biblioteca.




Hoy me ha enviado Kamala éste texto que os voy a poner. No es de ahora. Como la idea de cobrar a las bibliotecas por el préstamo de libros me sonaba de hace tiempo lo he buscado en Google y me he encontrado que el misto texto lleva circulando mucho tiempo. Sólo espero que a los señores de la cultura industria se les haya pasado ya esta vena. Por que, si no, que sepáis que será el fin de las bibliotecas públicas. Cosas como ésta, y no la piratería, son las que terminan con la cultura. Pero claro, la cultura no les importa. Como industria que son, lo que les importa son las cuentas de resultados, balances y su puta madre.

Basta ya de subvencionarles con la cultura como pretexto. Si son industria, que apechuguen como tantos otros. Y que se pongan a currar, coño, que más de uno vive del cuento (industrial, pero cuento al fin y al cabo...).Tanto canon, tanta subvención o crédito blando del ICO... ¡Qué chollo!¡Pero si es mejor que el PER!



Ahí va el texto:


  Atentado Cultural - La SGAE ataca de nuevo 
 
 
Se pretende obligar a las bibliotecas públicas a pagar 20 céntimos por
cada libro prestado en concepto de canon para 'resarcir' a los autores.
Mientras la gente de a pie apenas llega a fin de mes, los ya
millonarios se forran a cuenta de las bibliotecas públicas, o sea, a
cuenta nuestra. El manifiesto que vas a leer a continuación ha sido
escrito por Jose Luis Sanpedro, escritor por todos nosotros conocido.
Léelo, y si estás de acuerdo no consientas tamaño atentado contra la
cultura, y pasa este mensaje a todos tus amigos.
  
 
 
POR LA LECTURA:
 
Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un
Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de
jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque
no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido,
atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él
solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos.
Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes
sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro
a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl
May.
 
Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo
madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho
cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un
rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos.
Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les
servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban
allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando
regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el
final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que
estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían
algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas.
Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos:
algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una
simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera
otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran
hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que
mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los
propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una
empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados,
paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y
luchas con la administración intentando convencer a burócratas y
médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el
conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a
la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus
usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas
actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de
cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en
reconocimiento a su labor en favor del libro.
 
Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón
bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de
pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por
cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a
los autores del desgaste del préstamo.
 
Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga
una suma es porque:
 
a) obtiene algo a cambio.
 
b) es objeto de una sanción.
 
Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada
la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por
cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y
fomentar la lectura?
 
Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la
operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos
por ser lecturas prestadas?.¿Venderán menos o les servirá de publicidad
el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos?
Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere
autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa
mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente
deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.
 
Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de
autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida
en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.
 
¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!
 
José Luis Sampedro
 
Si estas de acuerdo, pásalo. Por el placer de la lectura.
 
 
Otras locuras del tercero...
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