Cuando hace unos meses Río le ganó la partida a la candidatura de Gallardón (sí, ese que debió hacer la mili en un regimiento de gastadores y desde entonces vive aplicando los conocimientos allí adquiridos) para organizar los Juegos Olímpicos de dos mil nosecuantos, mucha gente aquí comentábamos que nos parecía una barbaridad, dados los problemas de seguridad que tiene la ciudad brasileña.
Tal vez sería una pataleta de perdedor o tal vez no, pero lo cierto es que, a nuestro juicio, las favelas no le daban puntos a su candidatura precisamente. Pero todavía quedan unos cuantos años para la gran cita y parece que la gran operación de renovación que caracteriza a todas las sedes olímpicas ha comenzado. Ya sea por el éxito de la organización del evento o simplemente por dignidad humana, esperemos que esa renovación consiga la primera medalla de oro. ¡Mucha suerte!
Recuerdos a Buscapé.
(Mientras, Gallardón sigue con su 'Madrid Río'. Y, además, esta semana se han hecho algunos avances en nuestras favelas particulares. Eso sí, avances muy limitados...).
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