martes, 31 de agosto de 2010

Inflación





¿Qué es la inflación? Pues mira, así, fácil, para que lo entiendas. Cuando era pequeño la gente por la calle te pedía un duro. Ayer un profesional de poner la mano, en la puerta del cine Proyecciones de la calle Fuencarral, me pidió... ¡UN EURO!


Vale, ya sé que hoy en día con un duro no tendría para nada, ni siquiera con un 'duro de euro', pero ya sabes, tacita a tacita...


Me  quedé a cuadros. Un euro!!!!!

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domingo, 22 de agosto de 2010

Tráfico






Ayer nos desayunábamos con esta triste noticia. Sobre ella poco puedo opinar, el horror  se describe por si mismo. Hoy los medios añadían que el asesino no tenía licencia de armas y que se ha negado a declarar ante la policía.

Acerca de él tampoco diré mucho: espero que le enchironen de por vida, porque teniendo cerca de ochenta no creo que le queden demasiados. Aunque ya estoy viendo que su abogado alegará enajenación mental, transitoria o no, y entre eso y la edad ya veremos.

Noticias como estas  no son habituales, no recuerdo reacciones similares excepto por una, hace ya un porrón de años, en la que uno sacó una katana del maletero, aunque mi memoria no da de sí como para recordar si terminó matando a nadie. Hace años a más de uno le daba por salir del coche con la barra antirrobo en la mano. Menos mal que ahora existen dispositivos electrónicos para inmovilizar los vehículos…

Lo que no me resulta ajeno es la agresividad que muestra mucha gente al vérselas en la misma situación. Eso sí, la cosa suele quedarse en ladridos, en ocasiones algún tortazo o poco más. Y eso enlaza ya de lleno con lo que me vino a la cabeza al enterarme del suceso: la misma agresividad nos acompaña habitualmente cuando nos ponemos al volante. No sé si será culpa de este, de la palanca de cambios o del cigüeñal, pero lo cierto es que en cuanto giramos la llave para arrancar el motor abrimos con él nuestra caja de los truenos particular, sacamos lo peor de cada uno.

Si eso lo unimos al poco respeto que le tenemos a las normas de tráfico y a la mala educación que demostramos conduciendo, nuestras frustraciones y complejos transforman esos truenos en tornados. Es sólo cuestión de tiempo que tengamos un accidente, más o menos grave, culpa nuestra o del otro. Y después, crucemos los dedos para que el contrario no saque un bazuca del maletero. Bueno, él o nosotros…

El comportamiento de los conductores en este país es para psicoanalizar. Pero mientras resucita Freud, además de campañas educativas (que tanto nos gustan y no están de más, pero no lo son todo) o anuncios dramáticos de la DGT, lo que nos hace falta es mano dura (mucha más). Estoy seguro de que si nos acostumbran a respetar las normas, aunque sólo sea por miedo a las sanciones, habrá menos oportunidades en las que sacar a pasear nuestra mala leche. Aunque luego protestemos y digamos que las multas son para recaudar…




martes, 17 de agosto de 2010

148.4




Si nuestros ilustres políticos se sacaran de la manga una ley que dijera algo así como que ‘la condena por robo no podrá ser inferior a los seis meses de prisión, ocho en el caso de que el ladrón profese la religión musulmana’ se liaría la de Dios es Cristo.

Si la feliz idea fuera algo así como que ‘la condena por actos de terrorismo no será nunca inferior a los tres años de prisión, cinco en el caso de que el terrorista sea vasco’, tres cuartos de lo mismo. Y con razón.

Sin embargo el TC acaba de bendecir una ley discriminatoria por la que se puede condenar a un hombre a una pena mayor que a una mujer por el mismo delito.

Sabemos que la violencia doméstica (o de género, como la quieren llamar ahora, dejando fuera parte de las agresiones propias del ámbito familiar) es una lacra a erradicar, que está muy feo eso de ir pegando a la mujer, etc… Tenemos hasta un ministerio dirigido por una individua a la que parece que le gusta más salir en la tele que a un tonto un lápiz (ahora le ha dado por las tarjetas de colores. Curioso el lema ese de ‘Sácale tarjeta roja al maltratador’. Tanto cargar las tintas contra el sexismo y no se les ocurre otra asociación de ideas que HOMBRES-FÚTBOL-TARJETAS. ‘Seguro que así lo entienden mejor, tú ponlo…’).

Y sabemos eso de que ‘Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social’.

Así que ya saben, señores del TC, si dan por bueno lo anterior van a tener que cambiar la Constitución. Igual así cuadra (tal como está, desde luego, no).


Otras locuras del tercero...
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