jueves, 27 de agosto de 2009

Día 3

No recuerdo cuando fue la última vez que me levanté a las cuatro de la mañana, hace un sueño del carajo. Sin mucho tardar nos ponemos en marcha (a las cinco y cuarto ya hemos recogido a Fernando en su casa y estamos en camino). Estoy cansado pero, como es habitual en mi, no creo que sea capaz de dormir en el coche, así que me pongo manos a la obra con el GPS. Por España no nos hará falta para guiarnos, pero siempre será útil para saber dónde hay radares…

Pasan las horas y, tras una primera parada técnica en los Pirineos franceses (en la que uno se acuerda de Daoiz y Velarde a la hora de mear sobre suelo gabacho), aparcamos la furgo en Pau y nos tomamos el primer café au lait de las vacaciones.

Continuamos nuestro camino y nos metemos de lleno en Las Landas. La carretera que nos lleva desde Pau a Burdeos va por medio de un bosque precioso. Y en uno de los pequeños pueblos que aparecen de vez en cuando entre los árboles, Beaulac, paramos para zamparnos la tortilla de patatas que ha traído Teresa. Nos sorprende a todos lo cuidada que está el área de descanso, con su toilette y todo. En España no sueles encontrarlas tan limpitas… pero ya se sabe, Spain is different.

Ya hemos recorrido suficientes kilómetros como para ver cómo se las gastan los franceses al volante. En autovía van por la derecha, no como aquí, que circulamos por donde nos sale de las narices. Eso sí, si se tienen que cambiar de carril no se lo piensan. Se cambian y punto. ¿Qué ibas tú por el carril de la izquierda adelantando? Pues frenas y te jodes.

Por fin llegamos al hotel, en Auray. No he mirado el reloj, pero han sido más de once horas de viaje. Tras registrarnos y dejar las maletas en las habitaciones nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Si bien la parte antigua no es muy grande, es un lugar con mucho encanto. Encontramos un lugar cerca del río donde tomar unas cervezas. Es curioso que en Francia los bares tienen varios grifos de líquido elemento. Aquí estamos acostumbrados a ver sólo uno de Mahou, Cruzcampo, Estrella Damm… Pero en la France no, allí tienen habitualmente cuatro grifos para diferentes tipos de cervezas. En este pub de Auray, por ejemplo, nos dio por beber Leffe, que de barril está bien rica.


Después nos fuimos a cenar unas galletes y unas crepes. Qué ricas!!!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Otras locuras del tercero...
free counters