sábado, 6 de febrero de 2010
Ya decía yo...
...que las lágrimas no podían ser de cocodrilo... si el cocodrilo no es capaz ni siquiera de simular que llora. Por otra parte, honesto él.
Así nos queda todo un poco más claro. Aparte del estado opresor israelí, bla, bla, bla. La sangre es sangre al fin y al cabo. Y más si lo es de civiles.
Al final, como decía ese secretario del Beatriz Galindo con un ojo morado, 'Señora, cada uno tiene lo que se merece...'.
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